domingo, 24 de mayo de 2015

Palabras

Se supone que el responsable de lo que le pasa a cada quien es uno mismo, pero yo no busqué lo que pasó y traté de resolverlo, de darle la vuelta, de llegar a un acuerdo que se irrespetó muchas veces. Desde enero 2014 sufro, aunque trato. Me esfuerzo para no perder el ritmo que tanto que me ha costado agarrar, pero ahora más que nunca es que preciso tener todo lo que he venido haciendo y compilando y nada. Lo peor es que el culpable soy yo porque he debido aceptar. Se evidencia que en los últimos diez años lo que se ha tratado de hacer no sirve. Intento por un lado y no sale. Busco alternativas en el otro lado y tampoco. Lo que se presenta son paños tibios que no resuelven. Me siento sin conexión. Es evidente que no se comparte una verdad. Me parece injusto lo que tengo que atravesar y soportar. No veo salidas y ya no queda nada. La salud deteriora. Conseguiré una forma de salir de la invisibilidad y recibir lo que creo que merezco, porque lo que se recibe no es merecido.

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